EL VACIADO EN IKEBANA

Es necesario desprenderese, vaciar y cuidar todo aquello que queda, para que, mediante la atención en los matices, el resultado sea bello y armoniso.

Para que ello ocurra, nada debe competir en nuestro interior... ni tan sólo los espacios vacíos.

Simples y profundas enseñanzas que nos enseña esta disciplina japonesa de arte floral, en su modalidad MORIBANA, en la que se reproducen paisajes.

Se utilizó pitosporum, jazmín y gerberas para la composición.

IKEBANA, CAMINO DE LIBERTAD

IKEBANA es una disciplina de arte floral que reglamenta y mejora la armonía de la naturaleza; la misma naturaleza que nos otorga la libertad.

Así pues IKEBANA, también permite, sin dejar de seguir las pautas que marcan las representaciones de elementos como el cielo, la tierra y la humanidad, la libre expresión del practicante de este arte.

Este es pues un ejemplo del inicio del camino hacia esa libertad, un trabajo formal y contenido que aguarda latente el potencial de un largo camino empezado a recorrer.

Especies: juncos, plumbago, retama y flores exóticas.

EL TRABAJO Y EL RESULTADO EN IKEBANA

Práctica de IKEBANA en su variedad NAGEIRE, compuesto con especies autóctonas mediterráneas y una variedad de flor exótica.

Esta variante de la práctica floral japonesa incide de modo especial en el ejercicio de la concentración y la inteligencia aplicada a la resolución de problemas.

Se destaca la importancia del proceso en la elaboración del trabajo, ya que muchas veces concentramos los esfuerzos en la obtención del resultado final, en detrimento del cuidado de los detalles que nos llevan a aquel.